El peso muerto es uno de los ejercicios más eficaces para trabajar los músculos de la parte posterior del cuerpo, incluidos los glúteos, los isquiotibiales y la zona lumbar. Sin embargo, dentro de la categoría de peso muerto existen diferentes variaciones que se pueden realizar para centrar el trabajo en diferentes áreas musculares. Dos de las variaciones más populares son el peso muerto rumano y el peso muerto convencional.
El peso muerto convencional es el ejercicio de peso muerto más común y básico. En este ejercicio, el atleta se para frente a la barra con los pies separados a la altura de los hombros y agarra la barra con las manos en pronación (palmas hacia abajo). La espalda debe permanecer recta y los hombros hacia atrás. Al levantar la barra, el deportista extiende simultáneamente las caderas y las rodillas, llevando la barra hasta la cintura. Este ejercicio trabaja principalmente los glúteos, los isquiotibiales, los cuádriceps y la zona lumbar.
Por otro lado, el peso muerto rumano es una variación del peso muerto convencional que pone más énfasis en los isquiotibiales y la espalda baja. En este ejercicio, el atleta comienza parándose con los pies separados a la altura de los hombros y agarra la barra con las manos por encima de la cabeza. En lugar de levantar la barra del suelo, el atleta baja la barra manteniendo las piernas casi rectas y doblando ligeramente las rodillas. La espalda debe permanecer siempre recta. Una vez que la barra llega por debajo de las rodillas, el atleta vuelve a levantar la barra llevando las caderas hacia adelante y extendiendo la espalda. Este ejercicio es ideal para fortalecer los isquiotibiales y mejorar la flexibilidad en la parte posterior de las piernas.
En resumen, la principal diferencia entre el peso muerto rumano y el peso muerto convencional es cómo se realiza el peso muerto. Mientras que el peso muerto convencional trabaja los músculos de la parte posterior del cuerpo de manera más completa, el peso muerto rumano se centra más en los isquiotibiales y la espalda baja. Ambos ejercicios son excelentes para fortalecer los músculos de la parte posterior del cuerpo y mejorar la postura, por lo que es recomendable incluir ambos en tu rutina de ejercicios para obtener resultados óptimos.