Hacer cardio durante una fase de entrenamiento masivo es una práctica cada vez más común entre deportistas y culturistas. Aunque el cardio se asocia tradicionalmente con la pérdida de peso y la definición muscular, también puede ser beneficioso durante una fase de ganancia muscular.
Durante una fase de ganancia de masa, el objetivo principal es aumentar la masa muscular mediante un superávit calórico controlado. Esto significa consumir más calorías de las que quema, lo que puede provocar aumento de peso y, en algunos casos, acumulación de grasa. Es por este motivo que muchos deportistas optan por incluir sesiones de cardio en su rutina de ejercicios para ayudar a mantener un nivel saludable de grasa corporal.
El cardio durante una fase de ganancia de masa puede tener varios beneficios. En primer lugar, ayuda a mantener la salud cardiovascular fortaleciendo el corazón y mejorando la circulación sanguínea. Esto puede ser especialmente importante para quienes realizan un entrenamiento de fuerza intenso, ya que un núcleo fuerte puede mejorar la resistencia y la capacidad de recuperación.
Además, el cardio puede ayudar a aumentar la capacidad pulmonar, lo que puede mejorar el rendimiento en otros aspectos del entrenamiento. Al tener una mejor capacidad pulmonar, el cuerpo puede transportar más oxígeno a los músculos durante el ejercicio, lo que puede resultar en una mayor resistencia y recuperación.
Finalmente, el ejercicio cardiovascular durante una fase de aumento de volumen puede ayudar a aumentar la quema de calorías, lo que puede ser beneficioso para quienes desean mantenerse dentro de un rango saludable de grasa corporal mientras aumentan la masa muscular. Además, el ejercicio cardiovascular puede ayudar a acelerar el metabolismo, lo que puede provocar que se quemen más calorías en reposo.
En resumen, hacer cardio durante una fase de volumen puede beneficiar la salud cardiovascular, la capacidad pulmonar, la quema de calorías y el rendimiento general del entrenamiento. Sin embargo, es importante recordar que el cardio no debe ser excesivo, ya que puede perjudicar la recuperación y el crecimiento muscular. Lo ideal es incluir sesiones de cardio de intensidad baja a moderada, de 2 a 3 veces por semana, y ajustar la duración e intensidad según las necesidades individuales de cada persona. Con una planificación adecuada, el cardio puede ser una herramienta valiosa para quienes buscan aumentar la masa muscular de forma sana y equilibrada.